domingo, 7 de noviembre de 2010

Sin edad (27 marzo 2008)

Hondas del tiempo vagan en mi
feroces, implacables, rápidas,
aturdían mi historia nublándolas.
Hierba seca es mi piel cansada
que se acomoda en mis tuétanos secos.
Primaveras yacen en mis manos aún
y en mi mente recuerdos adolescentes.
Aunque barco a la deriva soy sin remos
floto aún en el mar de los deseos
cabalgando entre las olas del reloj
que fuerte me hacen a cada momento.
Ni el pasar de las mil y una horas,
ni el caducar por algún desprecio
harán de mi un pobre viejo,
Si en este corazón el amor retengo
y tu recuerdo eterno no pierdo.
(Manuel Cas)

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